EMPANADAS DE MORCILLA
De entrada o como plato principal, estas empanadas se comen en cualquier momento y lugar. Una combinación de sabores ideal que genera un amor a primera vista, de esos que no se terminan jamás. ¡No exageramos! Prueben solo si se quieren enamorar.
TÉCNICA
Como en toda empanada, vamos a empezar por preparar el relleno. En una sartén calentamos un poco de aceite y salteamos las cebollas cortadas en juliana, con cuatro cucharadas de azúcar. Ni bien comiencen a transparentar, agregamos una copa de vino y dejamos que se reduzca hasta que casi todo el líquido se evapore.
Retiramos del fuego y dejamos enfriar. Quitamos la tripa de la morcilla y colocamos el relleno en un bowl junto con el queso rallado y las nueces picadas o ralladas.
Una vez que las cebollas se enfríen, las sumamos a la mezcla y comenzamos a preparar nuestras empanadas. Pueden elegir el repulgue que quieran; esta vez fuimos por el clásico, pero es posible (¡y necesario!) jugar. La idea es terminar las empanadas en la parrilla para darles el sabor ahumado que todos adoramos. Para eso tiene que estar caliente, a fuego medio, o la tapa se pegará. No las muevan hasta que se doren, para evitar que se rompan. Solo tienen que esperar a que se cocine la tapa, unos diez a quince minutos de cada lado, y listo: a devorar.
INGREDIENTES
- Morcillas
- Tapas de empanadas
- Cebolla
- Queso mozzarella
- Vino tinto
- Nueces
- Azúcar
- Aceite
TIP
La tapa de empanada a la parrilla puede ser traicionera, hay que estar bien atentos. Si prefieren, pueden dar una primera cocción en el horno y terminarlas en la parrilla, así evitarán que se peguen y conservarán igualmente su sabor ahumado.