CHIMICHURRI PICANTE
Salsa clásica de procedencia desconocida. Para ciertos no creyentes de la religión asadera llegó con los británicos en las invasiones inglesas, mientras que según otros se originó en nuestra tierra hace tantos años que nadie recuerda quién fue su progenitor. No importa; el chimichurri siempre será nuestro. No hacen falta muchos ingredientes: la base tradicional lleva ajo, perejil, orégano, ají molido, sal, pimienta, aceite y vinagre de vino, aunque a nosotros, locos, nos gusta jugar con los sabores. Uno no se cansa del chimichurri clásico, pero probar otros vale la pena.
TÉCNICA
Las salsas picantes bien preparadas son buenos acompañantes del asado. Solo debemos procurar que su sabor no avasalle al de la carne. La particularidad de este chimi picante es que tiene la misma base que el clásico, pero con un agregado de sabor inesperado por el comensal gracias a los ajíes en vinagre que vamos a sumar.
La base se hace colocando el orégano, el ají molido, la pimienta y la sal en algún recipiente de vidrio o metal (traten de evitar el plástico, ya que retiene mucho los sabores y los aromas). Luego se agregan los ajos y el perejil bien picados y se mezclan. Esta es la base del chimichurri clásico. Ahora, a meterle magia.
Tenemos que preparar unos ajíes picantes en vinagre. Son una conserva, es decir que pueden hacer la cantidad que quieran y luego guardarlos por mucho tiempo. En una sartén u olla colocamos los ajíes, los dientes de ajo y una hoja de laurel, y tapamos todo con una mezcla de agua y vinagre de vino (dos medidas de este último por cada medida de agua). Luego agregamos un vaso de vino blanco y lo llevamos al fuego hasta que hierva, bajamos la temperatura para ir cocinando los ajíles bien lentamente hasta que estén tiernos. Una vez apagado el fuego, separen los ajíes que piensan utilizar y un poco del líquido sobrante; el resto se puede guardar en un viejo recipiente de mermelada esterilizado.
Ahora sí, ya estamos listos para terminar: picamos los ajíes del mismo tamaño que el ajo y los agregamos a la base de chimi. Incorporamos el aceite y, por último, en lugar de vinagre de vino tradicional, la mezcla que utilizamos para cocinar los ajíes. ¡A puro sabor, queda! Revuelvan todo muy bien y déjenlo reposar por al menos un día: el secreto del chimichurri es el tiempo de reposo; esto intensifica los sabores y lo hace aún más exquisito.
Tengan en cuenta que no a todos les gusta el picante, por eso siempre es necesario hacer dos variedades de chimichurri y dejar contentos a todos los comensales.
INGREDIENTES
- Orégano
- Ají molido
- Pimienta molida
- Ajo
- Perejil
- Sal parrillera
- Aceite neutro (girasol o maíz)
- Vinagre de vino
- Ají picante
- Vino blanco seco
- Agua
TIP
Para servir el chimi pueden agregarle un poco de agua tibia, de modo que tenga una consistencia menos espesa y un sabor no tan fuerte.